Dedicarse a las artes marciales es, además de un refuerzo seguro en caso de defensa personal, hasta un estilo de vida. Es el caso de Raúl Juárez, todo un referente reconocido en Erandio. Es el profesor que comenzó a aprender su deporte favorito, el judo, probablemente la más popular, cuando apenas contaba con siete años al querer escapar de otro que casi todos practicaban y nada le gustaba: el fútbol. Dice que no se puedo quejar, hay bastante gente en el pueblo que se dedica al tatami, y no solo eso. Además, existe talento entre su múltiple alumnado.
Raúl intenta y consigue, en Judo Club Erandio, transmitir los valores y la energía de esta milenaria especialidad proveniente del Lejano Oriente y arraigado entre nosotros desde hace décadas. Logra tener a su tropa plenamente motivada al dedicar su docencia como si fuera un deporte de equipo aunque sea individual, inculcando que es como la vida misma, ayudando caerse y volver a levantarse. Y claro, no podía faltar a la cita en esta cuarta Erandioko Kirol Astea.