El Trastorno de Identidad Disociativo (TID), antes llamado trastorno de personalidad múltiple, es uno de los trastornos mentales más graves y complejos. Se trata de una patología que pasa relativamente inadvertida a nivel clínico, tendiéndose a diagnosticar mucho menos de lo que se debería y confundiéndose con otros trastornos como esquizofrenia, trastornos afectivos y de ansiedad o trastornos neurológicos. Diversos estudios indican que entre un 4 y un 18% de los pacientes psiquiátricos cumplen los criterios del TID.
En Onda Vasca con Txema Gutiérrez nos hemos acercado a la realidad de lo que supone vivir con este trastorno. Lo hemos hecho con Sergi March, él mismo diagnosticado de TID, que realiza una importante labor de divulgación: "El cerebro, ante un hecho traumático que se produce en la infancia, como abuso sexual, maltrato continuado o bullying, para sobrevivir a ello se va a fragmentar, va a crear otra identidad. Como eso va a funcionar, cada vez que ocurre un hecho traumático, automáticamente el cerebro va a ir creando otra identidad. Pero esto no es como en las películas, que tú eliges cuándo sale cada una. El cerebro lo hace él sólo automáticamente, va a ir jugando contigo para que tú no sufras".
En el día a día, esto se traduce, explica Sergi, en que hay dos o tres horas "que no vive". No lo recuerda, porque una de las características del TID es la amnesia al cambiar entre las distintas personalidades: "Si vas por la calle y suena un claxon que no te esperas o te asustas con algo, ahí puede cambiar de identidad. Entonces, tú imagínate que todos los días hay dos o tres horas que yo no vivo". Algo que se ha manifestado en otros ejemplos, como el hecho de que no recuerde haber estado en San Mamés, a pesar de que sí ha estado. Lo mantiene a raya con medicación y tratamiento psicológico, pero también desarrolla una importante labor de divulgación para luchar contra el estigma con el que la sociedad percibe el TID.